ACM

Nuestro fundador el padre Tomás Agustín Judge (1868-1933), sacerdote católico vicentino, llamó cenáculos a los grupos de hombres y mujeres, que se reunían para pedir en oración la guía del Espíritu Santo antes de salir a su misión apostólica.

La palabra cenáculo significa aposento alto, y hace referencia a la habitación donde Jesucristo celebró la última cena con sus amigos (el Jueves Santo) y donde los discípulos, junto con María y otros hombres y mujeres recibieron el Espíritu Santo (en Pentecostés).

Cenáculos Misioneros son comunidades pequeñas de hombres y mujeres laicos apostólicos, guiados por el Espíritu Santo con el propósito de continuar la misión de Jesús. El propósito de los Cenáculos Misioneros es de proveer apoyo mutuo entre los miembros para conocer la voluntad de Dios, y vivir una vida apostólica en el contexto de una comunidad Cristiana. (Normas y Políticas 4.1.1)

Cada Cenáculo Local tiene un(a) custodio(a) quien cuida "el fuego", coordinando los trabajos apostólicos, convocando a las reuniones, y creando un espíritu de comunidad. El/la custodio(a) cuenta con un(a) asistente en esta labor. Además, el/la guía espiritual promueve la formación y crecimiento espiritual de los miembros.

Los cenáculos locales se organizan por Áreas, para apoyarse en la formación, comunicación y trabajos apostólicos. Estos a su vez forman Regiones.

Administrativamente las Regiones son áreas geográficas grandes que contienen varios cenáculos activos. Actualmente el ACM se compone de seis (6) regiones.

De esta forma, a nivel Local, de Área, Regional y General, existe una organización que garantiza la buena comunicación. Los custodios(as) son electos por los miembros del cenáculo, sus detalles se especifican en las Normas y políticas del ACM.